El Festival inició sus actividades en el coliseo del colegio La Inmaculada, en donde de manera sencilla pero con largo aliento se forjó el más grande evento de la música andina colombiana, el cual contó en sus inicios en 1975 con el apoyo de los más insignes compositores de la época.
Cuenta la historia que el primer jurado de esa primigenia versión estuvo conformado por los maestros José A. Morales, Graciela Arango de Tobón, Arturo de la Rosa y Helena Benítez de Zapata, y que el nombre de “Mono Núñez” se asignó en honor del maestro Benigno Núñez Moya, compositor e intérprete oriundo de Ginebra. Una nómina de lujo realmente, que le imprimió la calidad, seriedad y alegría con la cual hoy, cuarenta y tres años después, vemos a un Festival fuerte, consolidado, lleno de vida, pletórico de buenos momentos y siempre atento a premiar con un aplauso a quienes lleguen a su tarima a compartir sus composiciones e interpretaciones.
Desde 1980 el evento principal se realiza en el coliseo Gerardo Arellano Becerra, y desde 1987 se lleva a cabo el no menos famoso “Festival de la Plaza”, que tuvo su génesis en un pintoresco evento en 1986 motivado por la copiosa afluencia de público que copó la capacidad del coliseo, y que dió origen al evento alterno que reunía al público asistente a tres grandiosos conciertos de casi diez horas de duración los días viernes, sábado y domingo de festival. Una verdadera fiesta, que terminaba siempre con la presentación de agrupaciones de música latinoamericana y por supuesto andina colombiana que literamente “prendían” la rumba hasta casi ver clarear el nuevo día. Memorables son también las misas andinas en la plaza el domingo de Festival, acompañadas por el Grupo Bandola, la famosa y reconocida agrupación de Sevilla (Valle). Ah, que sabroso Festival!
Y bien, algunos años después, y al sabor del sancocho de gallina (tal vez el más famoso de la gastronomía colombiana), al ritmo de tamboras, al sonido de tiples y bandolas y por supuesto al arrullo delicioso de bambucos y guabinas, se alistan ya todos los ginebrinos para recibir a los participantes en la versión número cuarenta y tres (43) del sin lugar a dudas el evento más importante del calendario nacional. Son cuarenta y tres años de música, de identidad nacional, de ganas por rescatar y difundir los más profundos valores de la colombianidad en un encuentro de compositores e intérpretes con su público natural, que año tras año colma ávido de bambucos, pasillos y guabinas las callecitas de éste pintoresco municipio vallecaucano, bañado por las aguas de los ríos Guabas, Zabaletas y Popurrinas, muy cercano a Cali (solo 40 kms) y vecino de los municipios de Guacarí, El Cerrito, Buga y el departamento del Tolima en el Páramo de las Hermosas.
Este año, las noticias nos cuentan que el Festival de la Plaza retorna a su sitio de origen, a la Plaza Principal de Ginebra. Vale la pena mencionar que desde 2009 El Festival de la Plaza se había trasladado al “Gran Parque de la Música”, un sitio construido a las afueras del municipio pensado para albergar de manera cómoda y multitudinaria al público que prefiere disfrutar de los conciertos al aire libre. Personalmente, tengo mucha expectativa por éste regreso del Festival a su plaza primigenia, pues de alguna manera la realización del evento en las afueras del municipio le ponía un ingrediente adicional de distancia, hasta de lejanía.
En cuanto a pedagogía y formación de públicos, el Festival ha institucionalizado tal vez el más importante evento en el marco del Festival mismo, como lo son los conciertos dialogados, que se constituyen en el sitio de encuentro del público con sus compositores y cantautores; finalmente, sin compositores e intérpretes no habría festival, sin canciones nuevas no habría renovación, y sin renovación el festival se convertiría en un evento aburrido, destinado a fenecer. A Dios gracias, los conciertos dialogados cada año son mejores, más nutridos, más plenos de nuevos bambucos, de nuevos intérpretes, de más y más composiciones musicales.
Y bien, éste año (2017) nos trae los siguiente artistas clasificados:
MODALIDAD INSTRUMENTAL:
Cuarteto León Cardona (Bogotá)
Oviedo Rodríguez Dúo (Bogotá)
Maderas al viento (Bogotá)
Trío Amanecer (Boyacá)
Juventud Parrandera (Boyacá)
Ensamble p´al viento (Caldas)
Mediquemus (Caldas)
Ensamble de saxofones LEMS (Nariño)
Cuarteto Instrumental BECAO (Risaralda)
Dueto Patiamarillo (Santander)
Jhonatan Reyes (Santander)
Jesús David Rojas (Valle)
Trío Instrumental Andino (Valle)
Sankofa (Bogotá)
MODALIDAD VOCAL;
Grupo Kantores (Antioquia)
Paula Fajardo (Bogotá)
A3 Trío (Nariño)
Diana Marcela Soler (Boyacá)
Dueto Fáber y David (Caldas)
Yineth Urquina Córdoba (Tolima)
Edison Elías Delgado (Huila)
Mónica Adela Escobar (Quindío)
Dueto Héctor y Alfredo (Santander)
Silvia Bibiana Bautista (Santander)
Armonizando Dúo (Huila)
Dueto Diapasión (Huila)
María Isabel Díez (Antioquia)
Dueto Cantares (Quindío)
El Festival nacional del Mono Núñez, o "El Mono", nos convoca entonces a encontrarnos con los amigos del alma, en Ginebra, para disfrutar una vez más de su abrazo fraterno, y que mejor para describirlo parafraseando al maestro Leonardo Laverde en su bambuco “ENCUENTRO EN GINEBRA” (https://www.youtube.com/watch?v=Z_Al55vujo0):
ENCUENTRO EN GINEBRA (Bambuco)
Letra: Leonardo Laverde
Música: Leonardo Laverde
“Después de cruzar montañas,
después de mi largo viaje,
mis ojos contemplan con gran emoción éste Valle,
paisaje, color de la caña,
rumor de canción y follaje.
A tí llego yo, Ginebra.
El justo lugar de encuentro.
Palpita tu tierra, mi sangre vibra por dentro,
al sentir las cuerdas de un tiple,
el orgullo de mi ancestro.
Tu pueblo en los andes con voces y acordes engalan,
llegó el Festival Mono Núñez
con su música colombiana!
Ginebra, eres escenario de un país que a diario precisa cantar,
Ginebra, con tu Mono Núñez a Colombia unes por la libertad!”
No hay tiempo para el cansancio,
despierta está la garganta
y en un solo abrazo con los amigos del alma,
rebosa siempre la copa, y el corazón se agiganta;
en tus noches brilla la estrella de la esperanza,
es el amor por lo nuestro,
es tradición de mi raza"
Este año espero ansioso entonces el encontrarme de nuevo en las callecitas de Ginebra a mis amigos, a mis hermanos, a aquellos que aman lo nuestro; espero almorzar desde el viernes 26 (no puedo ir desde el 25, que más quisiera!) el delicioso sancocho de gallina ginebrino, ir a la carpa de Canto por la Vida para escuchar bambucos y pasillos, caminar presuroso hacia el coliseo Gerardo Arellano para encontrarme allí con mis amigos de la radio cultural y disfrutar del placer de compartir con la audiencia todas las cosas buenas que ocurren en Ginebra.
Colombia es un país que requiere de buenas noticias, de buenas nuevas que permitan soñar con una patria mejor. Espero encontrarme en sus calles con nuestros compositores y su abrazo sincero. Y sí, “El Mono” permite que el público se pueda encontrar, frente a frente, con sus compositores! Es común encontrarse de repente, al cruzar una esquina o divisar a lo lejos en sus callecitas con Ancízar Castrillón, Vicky Romero, Jorge Alonso Camacho, Luis Enrique Aragón, Jhon Jairo Torres, Leonardo Laverde, Fernando Salazar, Guillermo Calderón, Doris Zapata y otras glorias de nuestras músicas, compositores que enaltecen la colombianidad misma y que año tras año no faltan a la cita anual en el hermoso Valle del Cauca.
Nos vemos en “El Mono”!!
