Pero luego de la concepción de una obra (que a veces tarda semanas o unas pocas horas, dependiendo del “chispazo” de inspiración), el ponerla en el oído del público es todo un reto.
En Colombia, una de las vitrinas más importantes para las nuevas obras son los concursos de obra inédita que generalmente se dan en el marco de los principales festivales y concursos a lo largo y ancho del país, pues es claro que ganar un concurso de obra inédita abre muchas puertas y se constituye en un apoyo vital para la carrera artística del compositor.
Si el artista se decide a poner su composición a consideración de jurados en un concurso, debe tomar en cuenta que se requiere de transpiración adicional luego del momento mágico de inspiración, y que se requiere de un trabajo “administrativo” que es importante para avanzar. Veamos:
- Transcripción en partitura de la guía melódica de la obra
- Identificar claramente al autor y al compositor
- Escoger un seudónimo. Generalmente los concursos lo exigen, para efectos de transparencia durante la competencia artística.
- Incluir la distribución silábica del texto debajo de cada nota correspondiente y por aparte el texto completo de la obra
- Aportar una grabación con la obra, indicando claramente el título y ritmo correspondiente. Por supuesto, una buena grabación puede hacer la diferencia incluso durante los procesos de clasificación y selección
- Asegurarse que la obra es realmente inédita, es decir, no haya estado en competencia en otros eventos, no hay grabaciones previas, no haya sido interpretada en público en una ocasión anterior.
- Diligenciar los formularios de inscripción y enviarlos por correo antes de las fechas límite de convocatoria
- Si la letra o música de la obra corresponden en propiedad a una persona fallecida, es necesario incluir la autorización de derechos por parte de quien legalmente los tenga (herederos, por lo general)
Fuentes: Funmúsica, Fundación del Bambuco colombiano, Festival Cotrafa, Fundación Corarte
Si la noticia ahora es: ¡Clasifiqué!, sigue el proceso para “defender” la obra durante el festival y por supuesto estar consciente de qué es lo que se va a calificar:
- Originalidad (estilo, la manera de componer del artista)
- Tratamiento de los elementos (uso de recursos melódicos, rítmicos, armónicos, calidad literaria del texto, relación ritmo-prosodia, equilibrio y desarrollo de los elementos estructurales constitutivos de la composición)
- Definir cual artista defenderá la obra. Este asunto no es menor, pues un intérprete con mayor o menor reconocimiento puede hacer la diferencia. Los Festivales y concursos proveen en algunas ocasiones de intérpretes para aquellos casos en los que no se cuente con ello, pero será menester del compositor los arreglos instrumentales en la mayoría de las ocasiones.
- Y claro, si la obra presentada no clasifica para “la final”, estar preparado para el momento y solicitar la retroalimentación del caso, que permita mejorar y avanzar.
Las músicas colombianas se nutren definitivamente de las nuevas composiciones, de modo que no hay que desanimarse si en el primer evento los resultados no son los deseados! Un minuto de inspiración, diez minutos de transpiración!
