Esta bella población fué fundada a inicios del siglo XX con el nombre de “Playas” por los Sres Marco Reyes, Sixto Tascón, Maximiliano Tascón, Lisímaco Saavedra, Alberto Saavedra y Ramón Tascón, y es allí en donde nació el 6 de enero de 1897 el personaje que dá nombre al Festival de música más importante en Colombia: Benigno Núñez Moya, el “Mono” Núñez. Para ese entonces, el territorio pertenecía a Guacarí. Ginebra se erigió en municipio en 1949 (decreto 1486 de diciembre 16 de 1949 de la asamblea departamental) y ratificado por decreto presidencial 206 del 25 de enero de 1950
Llegar a Ginebra en junio es una delicia: Aromas a cañaduzal y a Sancocho ginebrino, -que sin dudas se ha convertido en uno de los platillos más apetecidos por propios y extraños-, bambucos al aire, sonido de tiples y bandolas, abrazos por doquier. Ginebra es un hermoso pueblito con no más de 10.000 habitantes (según el DANE), pero que en época de Festival llega a un pico de 45.000 almas que acuden sin falta a la fiesta en el coliseo Gerardo Arellano y en la plaza principal, al famoso “Festival de la plaza”.
Dueto Café Urbano, coliseo Gerardo Arellano (Ginebra)
Festival Nacional Mono Núñez 2019
Cuenta la historia que el “Mono” Núñez inició su trasegar musical a los 6 años de edad, en la cercana Palmira con el acordeonista José Joaquín Soto, quien le regaló una bandola hecha de guadua, adicional a las consabidas clases de acordeón. El “Mono” quedaría prendado para siempre.
Con el maestro Pedro María Becerra vino su verdadero desarrollo musical, formando un grupo con él, Tulio Gáez, Eliseo Cabal y Ramoncito Becerra. Tal vez la agrupación más reconocida en la larga vida musical de El “Mono” fue el Trío Tres Generaciones, conformado por Gustavo Adolfo Rengifo en el tiple, Rafael Navarro en la guitarra y El Mono en la bandola. El Mono interpretó la bandola hasta su muerte, ocurrida el 31 de diciembre de 1991 en su ciudad natal, Ginebra.
Pero bien, porqué se tomó su nombre para enmarcar al Festival más importante del país?
En 1975 las religiosas Sor Virgina La Hidalga, Sor Aura María Chávez y el Señor Luis Mario Medina (profesor de música) tomaron la iniciativa de hacer un concurso de música andina colombiana que se llevó a cabo por primera vez en el auditorio del colegio de La Inmaculada, un sitio realmente histórico en donde hoy se sigue escenificando uno de los eventos más importantes del Festival: Los conciertos dialogados, sitio de encuentro de los más importantes compositores e intérpretes con su público; los jurados de esa primigenia versión en 1975 fueron José A. Morales, Graciela Arango de Tobón, Arturo de la Rosa y Helena Benítez de Zapata. Un jurado de lujo! La historia nos dice que el Mono "tenía una capacidad tan maravillosa que se aprendía las partituras de memoria y nunca olvidaba una sola nota, así ejecutara la obra cualquier cantidad de años después". El Mono era poseedor de una gran técnica interpretativa, pero nunca estudió música formalmente, un caso realmente excepcional. En 1977 se bautizó el evento como Festival Nacional Mono Núñez en honor a Benigno Múñez Moya, símbolo de la bohemia vallecaucana y sin dudas, una leyenda nacional.
En 1976 nace la Fundación Promúsica Nacional de Ginebra, Funmúsica, que sigue trabajando desde entonces para que el festival vea la luz cada junio, incluyendo espacios importantes como el Festival de la Plaza, el Encuentro de Expresiones Autóctonas, los Conciertos Dialogados, el encuentro Infantil Mateo Ibarra Conde, el concierto internacional, las Exposiciones de Instrumentos Musicales, el concurso de obra inédita y el Mono Núñez virtual.
Sin duda alguna, el Festival es cita obligada para autores, compositores, intérpretes y amantes de las músicas tradicionales colombianas. Para los artistas participar en el festival es ya todo un logro, y claro, ganar una categoría o ser nominado se convierte en un formidable impulso para las carreras artísticas correspondientes.
Gustavo Yepes (Piano), Jorge Arbeláez (Guitarra), Díver Higuita (Voz), coliseo Gerardo Arellano (Ginebra)
Festival Nacional Mono Núñez 2019
La historia de amor entre Benigno Núñez y su esposa Ana Lince incluye una anécdota interesante que nos cuenta que él resignó viajar en su momento con el maestro Pedro Morales Pino y hacer parte de la famosa Lira colombiana (que recorrió centroamérica y Estados Unidos), por no separarse de ella. De dicho amor surgieron algunas de las composiciones de El Mono, que si bien son pocas, incluyen algunos ritmos de la época que hoy ya no suenan tanto como deberían:
• Ana María (mazurca)
• Thalía (danza)
• María (gavota)
• Ocasos (bambuco)
• Salospi (bambuco)
El Festival Nacional Mono Núñez puso a Ginebra en el mapa cultural de los colombianos
Vamos a Ginebra!