Horacio vió la luz en la bella San Gil (Santander) el 22 de junio de 1984, en un viernes apacible, en el seno de la familia Millán Pelayo, y nos deja el sábado 29 de mayo de 2021 en la ciudad de Bucaramanga, luego de una dura batalla contra el Covid19. Una partida prematura, dolorosa, inesperada, que nos deja el corazón quebrantado.
Fotografía: Festival Nacional Mono Núñez, coliseo Gerardo Arellano
Horacio se caracterizó por su alegría, y su compromiso sincero por la difusión de la música colombiana, sus tradiciones y valores. Los bambucos eran su vida, sin duda. Para él la vida era una dicha por el gusto inmenso de poder cantar, escuchar y disfrutar sus amados bambucos, del sonido exquisito del "chasquido" de un buen tiple, de una canción a dueto, del trinar de una bandola, de un requinto que lanza sus melodías al viento.
Horacio se emocionaba hasta el llanto con la letra de un bambuco sentido, de una canción que estremeciera su corazón e intelecto, de un poema que tocara sus más íntimas fibras. Muchas veces lo ví absorto ("lelo", dicen en su tierra) en festivales y concursos a lo largo y ancho del país, pues la música nos hizo encontrarnos siempre en esos queridos lugares en donde suenan fuerte los bambucos, pasillos, cañas y guabinas.
Fotografía: Festival Nacional Mono Núñez
Gracias doy por los buenos momentos, por la amistad sincera, por la risa infaltable, por los abrazos, por las llamadas telefónicas, por las videollamadas en medio de ésta dolorosa pandemia, por estar siempre ahí.
Duele verlo partir a sus 37 años, en la flor de su vida. Duele mucho la certeza de volverlo a ver en cada fotografía, en cada artículo periodístico, en cada tribuna, en cada coliseo, en cada viaje juntos.
Horacio deja huella en todos quienes disfrutamos de su amistad. Hoy, el hermoso pasillo del maestro Ancízar Castrillón llega a la mente para hacernos llorar al escuchar su sentido verso inicial: "Sé que no será fácil aceptar tu partida".
Fotografía: Encuentro en Medellín, feria de las flores
Es el momento de agradecer a todos quienes se sumaron con sus oraciones y buenas energías durante este periodo tan dificil. La solidaridad del pueblo colombiano es la mayor fortaleza de nuestra nación, gracias! En la noche del viernes 28 de mayo lanzamos en redes sociales un SOS, para solicitar ayuda en la consecución de un equipo ECMO que él necesitaba urgentemente, y se pudo conseguir! Mil gracias por ese gesto inmenso de solidaridad! Sí se puede!
Hoy, elevamos una oración al cielo por su alma, por el descanso eterno de un luchador incansable, de un hombre sencillo que dió siempre la batalla por lo nuestro, y quien libró su última batalla contra un enemigo diminuto que finalmente doblegó su cuerpo, pero no su legado.
Fotografía: Encuentro en La Ceja (Antioquia), Festival Antioquia le canta a Colombia
Vuela alto, mi amigo! Que la tierra te sea leve.
q.e.p.d.