En materia de música tenemos la Orquesta Sinfonica de la UTP; la mejor Banda Sinfónica del país con más de cien años de existencia, -hecho que ha sido resaltado en diferentes festivales en donde siempre ha ocupado el primer lugar-. Ella, seguida por bandas juveniles entrenadas por los músicos de más trayectoria configuran un panorama de mucha pertinencia y esperanza para el futuro musical de la ciudad. Hay estudiantinas, duetos, cuartetos, solistas instrumentales y vocales extraordinarios, fogueados nacional e internacionalmente con los mejores resultados.
No es gratuito que Pereira cuente con un Concurso Nacional del Bambuco desde hace más de 25 años, en donde a más de fomentar este ritmo que nos enorguellece al lado del pasillo, la guabina, el torbellino y otros aires andinos, se hace un merecido reconocimiento al poeta autor de las letras más hermosas como fué Luis Carlos González Mejía.
Hay festival internacional de Tango y del Bolero. Festivales de música clásica como el MC festival que reúne músicos de los metales de América y Europa. El Sax Sun fest, Festival internacional de guitarras, Festivales de jazz y blues, Fiesta anual de la Música a la manera de Francia, etc.
Hay agrupaciones teatrales con sala propia y un repertorio variado para todos los gustos. Se hace más teatro del que nos imaginamos en nuestra ciudad. Actores y actrices han recreado las obras de sus directores y son invitados a diferentes lugares de América a llevar sus montajes elogiados por la crítica. Igual sucede en la danza; desde las manifestaciones de la inmensa variedad de nuestro folclor nacional, hasta la danza moderna, las danzas orientales, los colectivos de ballet son ya agrupaciones de muchos años de trayectoria en la región. De este valioso trabajo tenemos que dar gracias a fundaciones y agrupaciones privadas que con dificultad económica han logrado mantener sus sueños, siendo menos profetas en su tierra que los que mencionaban nuestros abuelos.
La cartelera de cine es igualmente variada. Hay excelentes cineclubes donde muchas veces se estrenan películas en compañía de sus realizadores. Un privilegio para los amantes de este arte que son muchos en la ciudad.
Ni que decir de las exposiciones que permanentemente se abren en diferentes salas de la ciudad. Una gran variedad de estilos han hecho que nuestros artistas plásticos tengan ya un gran reconocimiento nacional. Los festivales de poesía, los cuenteros, el fomento de la lectura en los niños es digno de elogiar.
Contribuyen a ello entidades como el Centro Colombo Americano, La Alianza Francesa, las Universidades, el Banco de la Republica, dando ejemplo a la administración oficial en cuanto su compromiso de promover el talento regional y su circulación a otras regiones y países.
No entendemos que en medio de este escenario, los alcaldes decidan celebrar las fiestas aniversarias con artistas foráneos, traídos de los cabellos a deshacer los pasos en nuestra ciudad, con unos costos estrafalarios. Dineros que deberían ser aprovechados apoyando los artistas nuestros, se dilatan engañando al pueblo pereirano, tratando de llevarlo a identificarse con las cosas baratas con que los medios masivos de comunicación invaden los hogares en el día a día. Ejemplos como el Tango Volador de hace unos años, traído desde argentina que no logró llegar a los verdaderos amantes de este género, el de Rosario o Paloma San Basilio tan ajenos al gusto de los coterráneos, o el querer venderle el despecho como la música autóctona de la región en contraposición al bambuco y los aires nacionales, obligando a la Banda Sinfónica a hacer el ridículo acompañando su desafinamiento, solo para satisfacer el mal gusto de algunos políticos que fungen como nuestros dirigentes.
Ojala este año no se repitan estos despropósitos. El aniversario de nuestra ciudad debe ser motivo para convocar a los colombianos a visitarnos y disfrutar aquí todo lo que tenemos para compartir con una programación incluyente y excelente. Hacer turismo cultural, gastronómico, turismo comercial, turismo de naturaleza debe ser el plato fuerte que brindemos a los colombianos en una campaña que sea verdaderamente nacional, como lo fué la de nuestro centenario.