Pasan los días desde que se silencian los tiples, las guitarras y las voces y llega un momento obligado: la reflexión acerca del volumen con que están sonando las distintas regiones del país en los componentes académicos, competitivos y hasta lúdicos de un evento que cada vez adquiere más fuerza, aunque no para todos los departamentos.
Hay que hablar, entonces, del Tolima, una tierra de la que se esperaría una abultada participación por esas y otras características. La realidad: un trío y mitad de uno de los duetos en búsqueda de los 'Monos' y tan solo una pareja de voces infantiles, la del dueto Saham, de Ibagué, con tres magníficos acompañantes instrumentales en el Encuentro 'Mateo Ibarra', que no se podían comparar con los centenares de artistas provenientes de Boyacá, de Caldas y de Cajicá (Cundinamarca).
De Boyacá, más de 100 niños y jóvenes debidamente identificados, con variedad de propuestas artísticas, entre ellas una orquesta de cuerdas típicas y una camerata de vientos que deslumbró en los escenarios a los que fue invitada, y hasta la presencia del Alcalde de Tunja; de Caldas, también un numeroso grupo de músicos en instrumentos sinfónicos y tradicionales; de Cajicá, un trío típico juvenil que viajó en compañía del Director del Instituto de Cultura y Turismo local.
Y del Tolima, ¿qué? Reiteramos: no se trata del desconocimiento al talento mostrado en tarima, pues el trío Tres en uno brilló con luz propia y mucha iniciativa, tanto así que sus integrantes alcanzaron, no solo el premio a Mejor Trío Instrumental, sino también a la agrupación instrumental preferida del público, y el dueto Símisol, cuya primera voz, Lizeth Paola Rodríguez, es tolimense, obtuvo el título como Mejor Dueto y la ovación sentida del público ante sus propuestas.
Basta con leer los programas simplificados del Festival para darse cuenta de lo reducida que fue, al menos este año, la participación del Tolima, y podría decirse, una bajísima gestión de la regional ante Funmúsica, la entidad organizadora.
Bastantes procesos, por lo menos infantiles, hay en Ibagué y en municipios como Natagaima, Espinal, Ortega, Cajamarca y Purificación, como para que no sean dignos de ser observados por los miles de turistas que acuden a la tierra del 'Mono'.
Esta es, sencillamente, una reflexión amistosa. A título personal, considero que un departamento y una ciudad que se precian de ser musicales tanto en vocación como en práctica deberían merecer mayor visibilidad, no solo en Ginebra, sino, además, en otros encuentros importantes como el de Pasilleritos (de Aguadas, Caldas) y el Festival Cuyabrito de Oro (en Armenia, Quindío). Y hay muchos más.
Dueto Simisol, Tolima. Fotografía: Hernán C. Yepes
Dueto infantil Saham, Ibagué (Tolima). Fotografía: Hernán C. Yepes
Fotografía: Hernán C. Yepes